G20: BENEFICIO TRASNACIONAL FRENTE AL PUEBLO Y EL PLANETA

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Cordón policial en la ciudad de Hamburgo

Este sábado 8 de julio se le puso punto final a la cumbre del G20 que tuvo lugar en la ciudad alemana de Hamburgo, una cumbre marcada por el disenso del gobierno estadounidense que mantuvo posiciones enfrentadas con el resto de potencias que conforman el grupo, así como por las protestas en las que mostramos un rechazo a las directrices fijadas por el foro.

En esta edición del G20 aconteció algo que rompe con la dinámica habitual de las pasadas ediciones: uno de los principales impulsores del foro rompió con el ya acostumbrado consenso total entre las potencias. EEUU mantuvo la posición sobre el Acuerdo de París que ya había expresado el pasado junio y no ratificará el acuerdo climático. El otro punto que mantuvo a Trump alejado del resto de lxs mandatarixs fue lo tocante a la liberalización del comercio. Así pues ambos puntos obligaron a concretar detalles en las conclusiones de la cumbre (algo nada habitual). Entre estas concreciones se incluyen la posibilidad de acogerse a medidas “proteccionistas” en el comercio en caso de competencia desleal por parte de los estados, abriendo así la posibilidad de acometer una revisión de las normas fijadas por el sistema de la Organización Mundial del Comercio. Respeto del Acuerdo de París se especifica que solo EEUU queda fuera de su ratificación.

Manifestación durante la última jornada del G20

Las quince páginas de la resolución final del foro incluyen también una declaración de intenciones respecto a temas como la migración, la necesidad de reforzar la educación de lxs trabajadorxs, la defensa de un sistema financiero “moderno y justo”, la lucha contra la corrupción y el fraude fiscal, financiación global del terrorismo, la discriminación contra la mujer, el combate contra el hambre en países de África y otras cuestiones de diversa índole. Pero el documento no recoge medidas concretas lo que lo convierte en papel mojado, puesto que los estados pueden incluso echarse atrás en lo que sí se concretó, caso de Turquía que paralizó la ratificación del Acuerdo de París hasta que se le garantice que va a estar libre de las sanciones que el acuerdo implica.

Por otra parte, antes y durante toda la cumbre las distintas organizaciones sociales y personas que participamos en la contracumbre, le dejamos claro a los y a las formantes del G20, a través de las distintas acciones y movilizaciones, que rechazamos frontalmente la dirección que marcan las políticas neoliberales. La respuesta de las élites fue clara, en una cumbre en el que no dieron voz a la sociedad civil y donde tuvieron que blindar la ciudad de Hamburgo con más de 20.000 agentes equipadxs con material antidisturbios y centros de detención que ya estaban habilitados desde meses antes al inicio de la cumbre. Lxs agentes se enfrentaron de manera permanente a las personas manifestantes dejando un saldo de más de 1000 personas heridas, 143 detenciones y 122 arrestos provisionales. Como respuesta a esta situación, la ciudad contó hoy con una manifestación delante de la prisión de Hamburgo para rechazar la represión sufrida por lxs manifestantes a lo largo de toda la contracumbre.

Pancarta en recuerdo de Carlo Giuliani.

Durante todo lo que duró la segunda jornada de conversaciones del G20, diversas organizaciones participamos en una movilización organizada en más de 15 bloques temáticos (colectivos climáticos, migrantes, sindicatos…), en la que lxs más de 100.000 manifestantes desbordamos la ciudad hanseática. Los gritos de consignas cómo “Lo decimos alto, lo decimos claro, lxs refugiadxs son bienvenidxs aquí!” o “No G20”, así como la referencia a otras contracumbres anteriores (como la de Génova en 2001 con la presencia constante de Carlo Giuliani en diversos espacios y pancartas) invadieron una movilización que recorría las calles de Hamburgo bajo el lema “Solidaridad sin fronteras en lugar de G20” en su pancarta principal.

Pero si algo fue constante a lo largo de todo el proceso durante estos días de lucha fue, además del claro rechazo a las políticas llevadas a cabo por las principales potencias económicas del mundo, el fortalecimiento de una línea de trabajo internacional donde se empiezan a tejer nuevos lazos, se innova en el repertorio de respuesta social y se encuentran originales vías de construcción social, económica, política y medioambiental alternativas al modelo neoliberal impuesto.

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