Este sábado 20 de julio finalizamos con éxito una nueva acción de desobediencia civil junto a activistas llegadxs de diversos puntos de Europa que estamos profundamente convencidxs de la necesidad de hacer frente a todos aquellos proyectos de energías fósiles sea como sea, y de caminar hacia la realización de una transición energética rápida y justa.
El marco, en esta ocasión, eran los terrenos que la empresa Australis Oil & Gas tiene en Bajouca (Portugal) para hacer una explotación de gas. La lucha tiene su origen en las 15 concesiones de explotación de combustibles fósiles en Portugal en el año 2015. Frente a esa situación diversos grupos y movimientos fueron surgiendo rápidamente para abordar cada uno de esos casos y no dejar que siguieran adelante. Hoy 13 de esos 15 contratos ya fueron tumbados y tan solo quedan dos contratos de gas: Aljubarrota y Bajouca.
Para abordar la situación de Bajouca diversos movimientos y organizaciones portuguesas impulsaron el Camp in Gás. Una acampada de activismo climático a partir de la cual construir una acción de desobediencia civil para visibilizar la oposición social a las prospecciones en la búsqueda de gas que pretende llevar a cabo la empresa de capital australiano y así cancelar el contrato de manera definitiva.
El campamento permaneció en pie del miércoles 17 al domingo 21 de julio. Además de coordinarnos e impartir formaciones en acción directa no violenta, hubo diversos espacios en los que se reflexionó y debatió sobre los próximos pasos a llevar a cabo por la sociedad civil para poder hacer frente al enorme desafío global que supone la situación de emergencia climática durante los próximos años.
Ya el sábado 20 más de 400 activistas llevamos a cabo una acción que se dividió en tres dedos. El dedo verde, que desarrolla una marcha legal, y el dedo amarillo y rosa, que pretenden entrar en el terreno de la empresa gasística. El dedo amarillo toma el espacio desde el primer momento, mientras que el rosa inicia su marcha integrado dentro del verde que atraviesa el pueblo. Llegado un punto del recorrido nos separamos del resto de la marcha y tomamos un camino diferente, atravesamos por el monte y nos vestimos con los monos blancos. Una vez en el terreno desplegamos las pancartas y mensajes, y empezamos a plantar árboles autóctonos por todo el terreno sobre lo que pretenden llevar a cabo las prospecciones.
Finalizada la acción nos conducimos hacia la Semana de Lucha contra la Crisis Climática que se desarrollará en países de todo el planeta. Esa semana se iniciará el 20 de septiembre con una Huelga Internacional de Estudiantado y finalizará el 27 de septiembre con la primera Huelga General Internacional por la Crisis Climática. Daremos un paso más. Un paso adelante y frontal contra un sistema injusto que debemos mudar de cuajo. Un paso que nos lleve en 2020 a una Rebelión por el Clima!!
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