Volvemos a dirigir nuestras miradas a un lugar que ya conocimos anteriormente: el Bosque de Hambach. Estos días se está produciendo una batalla en la que por un lado se encuentra la poderosa compañía energética RWE, que tiene un interés particular en la explotación del lignito en la zona, y por el otro lado vecinxs y ecologistas que defienden el derecho del bosque a existir y, por lo tanto, toda su biodiversidad.
RWE argumenta que cuenta con el permiso legal de talar, y que su actividad está respaldada por el gobierno regional formado por conservadorxs (CDU) y liberales (FDP). El consorcio quiere extraer el carbón debajo del bosque. Tanto el gobierno regional de Renania del Norte-Westfalia (NRW), como todos los partidos, excepto Los Verdes y Die Linke, respaldan a la poderosa compañía extractora de carbón. El partido ecologista, residentes y ambientalistas piden una moratoria en la tala del bosque hasta Diciembre, cuando se conocerán los resultados de un estudio encargado por el gobierno federal de Alemania. El estudio diseña un plan de abandono progresivo del uso del carbón, este es válido para todo Alemania.
La compañía RWE no quiere renunciar a sus intereses en Hambach. Para eso se valió de su alianza con el gobierno regional, que está llevando en estos momentos un desalojo y derrumbamiento de las casas en los árboles que lxs activistas de Hambach construyeron para resistir, alegando supuestas medidas de seguridad. Esta operación policial, que cuenta con 3.500 agentes, es la mayor en la historia de Renania del Norte-Westfalia.
Este movimiento no quedó sin contestación y numerosas organizaciones convocaron manifestaciones a lo largo de todo el país. Asimismo, más de 5.000 personas se desplazaron hasta el Bosque de Hambach para bloquear su tala. Varias decenas de activistas fueron arrestadxs y casi un tercio de las cabañas derribadas. Por desgracia, en las últimas horas también murió uno de lxs periodistas que cubrían la noticia al caer de una de los puentes colgantes de los árboles.
Alemania firmó el Acuerdo de París y contrajo el deber de mitigar sus emisiones de CO2 hasta llegar a su neutralidad en 2050, en un momento clave para frenar el cambio climático. Permitir semejante despliegue policial, que solo sirve para asegurar los intereses de una de las grandes empresas contaminantes del mundo como es RWE, se convierte en un paso atrás al perder en el proceso un bosque de más de 12.000 años de edad, que contiene una amplia diversidad.
Más información:
Comunicado tras la muerte del periodista.
https://bosque.hambachforest.org/
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