El pasado 15 de Diciembre cerró la XXIV Conferencia de los países miembros de la Convención-marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP24) que volvió a descartar una nueva oportunidad para poder hacer frente de manera efectiva al incremento progresivo de la temperatura global.
La COP24 se caracterizó por la escasa ambición de los estados para poder desarrollar las medidas necesarias que permitan conseguir la reducción de emisiones comprometidas en el Acuerdo de París. Especialmente hay que destacar la fuerte presión del lobby del carbón, así como de los enormes esfuerzos de Estados Unidos, Brasil, Rusia, Arabia Saudí y Qatar para poner todo tipo de trabas al posible acuerdo. Si bien también habría que incluir la falta de fuerza de la Unión Europea a la hora de hacer presión en la dirección contraria de estos países.
La COP24 de Polonia tuvo como marco el demoledor informe presentando por el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertxs sobre él Cambio Climático) en el mes de octubre. En dicho informe se advirtió seriamente que, en la situación actual, el mundo experimentará graves problemas antes de lo esperado. El límite de los 2ºC es la frontera marcada globalmente en rojo como punto de no retorno que en ningún caso se debe traspasar, por las catastróficas e irreversibles consecuencias climáticas que se desarrollarían. Sin embargo las emisiones siguen en un constante incremento e implicarán no solo llegar hasta esos 2º C, sino que incluso, si se sigue la línea actual serán superiores a los 3º C.
El plenario, que en las últimas jornadas ya no contaba con las principales figuras políticas y que tuvo que retrasarse algo más de un día, consiguió solamente llegar a un acuerdo de mínimos que, incluso según la misma presidencia, no satisface a nadie. La falta de ambición o la ausencia total de pautas de carácter vinculante no hacen otra cosa que desperdiciar otro año más de los escasos 12 que restan para poder revertir la situación.
Si bien, la COP24 de Polonia, quedará marcada por su confrontación con los derechos humanos. Por una parte el gobierno polaco aprobó al inicio del año 2018 una serie de medidas de aplicación especial durante la COP24 que suspendían el derecho de reunión pues prohibían cualquier tipo de encuentro o movilización espontánea. Por otra parte durante el desarrollo de la conferencia varios países buscaron excluir del Acuerdo de París aquellas referencias que se encuentran en el texto y que asumen la importancia de respetar los derechos humanos cuando se desarrollen las políticas de adaptación y mitigación del cambio climático.
Paralelamente a esta situación, y a pesar de la clara vulneración del derechos de reunión y manifestación por parte del gobierno polaco, diversas organizaciones de la sociedad civil, llegadxs de todo el planeta, protagonizaban al mediodía del viernes 14 de diciembre una manifestación de la sociedad civil que ocupó las escaleras de la COP24 demandando justicia climática.
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