“La sobreextracción, el drenaje de zonas húmedas y pantanos, la deforestación, muchos proyectos de irrigación y tierras mal drenadas, las filtraciones de pesticidas y fertilizantes, la contaminación por vertidos de la industria y de los hogares que no fueron tratadas adecuadamente o que no fueron tratadas en absoluto, la construcción generalizada de grandes embalses, la creciente explotación de los acuíferos subterráneos, la canalización de las vías navegables, los planes de transferencia de agua entre las cuencas y los estragos del cambio climático inducidos por los combustibles fósiles perturbaron los ciclos hidrológicos de varias maneras y crearon condiciones de grave escasez local y regional. Para los seres humanos y los no humanos, esta escasez física fue agravada por políticas diseñadas para comerciar y/o politizar el agua, negando el acceso al bien común del agua.”1
Estas conclusiones pertenecen al comunicado final del I Foro del agua de Mesopotamia (Curdistán Iraquí, 06-08 de abril de 2019), un foro alternativo de la sociedad civil en defensa del agua, abierto a las personas marginadas y excluidas de la discusión sobre la gestión hídrica en esa región. Estas, sin embargo, no son ajenas a la problemática del agua alrededor del mundo. La población humana del mundo aumenta año a año y también lo hace la presión sobre el agua (huella hídrica), indispensable para la vida de todas las especies del planeta.
Empero, el acceso al agua solo está garantizado —de momento— en el norte opulento. Entretanto, los países empobrecidos padecen una gran problemática en el acceso a este bien imprescindible, a pesar de ser un derecho humano básico reconocido por la ONU2. Asimismo, la cantidad de agua necesaria para la producción de alimentos (fundamentalmente la agricultura) y bienes diversos consigue cifras muy importantes que pueden resultar insostenibles de mantenerse el nivel de consumo actual. El cambio climático está agravando progresivamente el problema aún más, puesto que aumentarán las sequías y las inundaciones, con lo que la calidad de las aguas empeorará3,4, afectando no solo a nuestra especie, sino a quien comparte el planeta con nosotros. Como consecuencia, cada vez más voces apuntan a que el agua ocupará en un futuro no muy lejano el lugar que hoy ocupa el petróleo. Hoy vivimos una situación en la que los conflictos por causa de este recurso fundamental se incrementan día a día, si bien en las próximas décadas ocupará un lugar central en los conflictos geoestratégicos del planeta5,6.
Ejemplos como el I Foro del agua de Mesopotamia o Extinction Rebellion son solo un ejemplo de una sociedad global cada día más activa y empoderada en cuestiones del ámbito del medio ambiente. El desarrollo, cada vez mayor, de este tipo de espacios que se construyen a través de una reflexión y coordinación activa entre las personas pueden motivar cambios en las costumbres, perspectivas y herramientas de la gente que ayuden a afrontar el problema, así como a desarrollar un marco de presión suficiente sobre los gobiernos para que actúen ya en favor del bien más preciado del planeta.
1 https://www.savethetigris.org/water-is-under-assault-in-mesopotamia-final-declaration-1st-mesopotamia-water-forum
2 https://www.un.org/es/sections/issues-depth/water/index.html
3 https://blogs.unicef.org/es/blog/5-realidades-sobre-el-cambio-climatico/
4 https://archive.ipcc.ch/pdf/assessment-report/ar5/syr/AR5_SYR_FINAL_SPM_es.pdf
5 https://www.iagua.es/blogs/maurizio-stefano/falta-agua-ya-ha-provocado-343-guerras-mundo
6 https://www.worldwater.org/water-conflict
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Un comentario
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